
La Leishmaniasis visceral, también conocida como kala-azar, es una enfermedad parasitaria transmitida por la picadura de flebótomos infectados. Puede afectar a personas de todas las edades y condiciones socioeconómicas, incluyendo a aquellos que se encuentran en centros penitenciarios.
La detección de un caso en el Penal de Itapúa resalta la necesidad de tomar medidas preventivas y de control para evitar la propagación de la enfermedad entre la población carcelaria y el personal de la institución. Es fundamental activar el protocolo de la Vigilancia Sanitaria, que incluye la identificación y seguimiento de contactos, la fumigación en las áreas afectadas y la promoción de medidas de prevención, como el uso de mosquiteros y repelentes.
Es alentador saber que el hombre afectado está recibiendo asistencia en el Hospital Regional de Encarnación, donde se llevarán a cabo los estudios necesarios para confirmar el diagnóstico y se implementarán las medidas adecuadas de tratamiento y seguimiento. La detección de este caso resalta la importancia de la vigilancia y el control para prevenir la aparición de nuevos casos y controlar la propagación de la enfermedad.