
Galarza fue la gran sorpresa de la Albirroja ante Bolivia en el estadio más alto del planeta donde se juega profesionalmente. El hombre de talleres dejó la vida en El Alto y fue la enorme figura de Paraguay.
Metió, jugó, relevó, trasladó y fue por lejos el jugador con más despliegue del partido entre la Albirroja y Bolivia.
Además, Galarza se adaptó a todos los contextos que le ofreció el juego, porque jugó de interior, carrilero y también volante central, sin desentonar en ninguna posición.
La Albirroja de Alfaro se ganó un nuevo jugador de confianza y se lució en el partido más difícil del año.
Fuente: Versus